Del partido de Palmeiras frente a River lo primero que salta a la vista es que el club de la banda roja demostró que si un equipo argentino pisa tierra brasileña y sale a jugar los noventa minutos a ganar, probablemente se lleve la mayoría de las veces a la Argentina un buen resultado.
Es lo que vienen haciendo desde siempre los brasileños cuando visitan canchas argentinas. Muy pocas veces se vio en tierra brasileña a un equipo argentino pasar por arriba a un equipo local, y con tres goles en contra como lo hizo River.
La cuestión del VAR es absurda, solo se tendría que aplicar en caso de jugadas muy dudosas. En el caso del tercer gol de River indudablemente los encargados de observar fuera del campo de juego buscaron la retroactividad de la acción que culminó con el gol de River, ex profeso, como quien busca la quinta pata al gato. Lo demuestra el hecho de que el offside nadie lo pudo ver (incluidos los telespectadores) en el momento de la acción.
Marcos Rocha, de Palmeiras, pelea la pelota con De La Cruz, de River. Foto: Cesar Greco/Palmeiras/dpa.
¿Por qué no se lo cobró desde un principio? Invito a los operadores del VAR a que demuestren que vieron ese offside ocurrido no menos de diez segundos antes de que se produjera el gol en el momento en que se produjo, no cuando lo analizaron en la pantalla.
¿Qué los llevó a analizar tan hacia atrás la jugada? Además, es absurdo que se retrotraiga este tipo de contingencia. Si un jugador vuelve de una posición adelantada, automáticamente debería quedar habilitado, es más, quien lo habilita es lo que tantas veces se dice: la posición del balón o los dos defensores que mínimamente exige el reglamento.
El jugador de River queda adelantado por el impulso que llevaba. ¿Cómo evitar a veces pasar la última línea de defensores rivales cuando el jugador viene corriendo raudamente?
Llama la atención que el VAR prácticamente no se usó en el partido de ida jugado en Avellaneda. Todo lo contrario de lo que ocurrió en Brasil. Todo hace que casi huela a parcialidad.
Quien esto escribe es simpatizante de Rosario Central.
Miguel A. Decunto
spectre2015@yahoo.com
OTRAS CARTAS
“¿Es una maldición exportar alimentos?”
Fernanda Vallejos. Foto: Rolando Andrade Stracuzzi.
La diputada Fernanda Vallejos sentenció: “Es una maldición exportar alimentos”. Es un comentario equivocado, malintencionado e incomprensible por provenir de una legisladora nacional. La Argentina produce alimentos para 400 millones de personas, casi nueve veces su población. Lo realiza con la mayor eficiencia, menores costos para igual producción.
El problema es que no se le suma a esa producción primaria el suficiente valor agregado para obtener alimentos que puedan ser consumidos directamente por las personas.
El enorme peso impositivo para soportar un estado obeso y la falta de agresividad exportadora argentina creo que son los principales causantes de esta falencia desequilibrante.
El Estado debería cumplir su rol, haciéndose eficiente. Para esto es necesario disminuir los impuestos y fomentar las exportaciones ya que los productores del país ya se encargan de obtener con creces los alimentos suficientes para toda la población del país.
Ricardo Olaviaga
olaviaga@hotmail.com
Sobre la suspensión de la cuenta a Donald Trump
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Foto: REUTERS/Erin Scott.
Confieso que no me acostumbro a que los asuntos de Estado (y todo lo que un presidente tiene para decir tiene carácter de Estado) sean comunicados a través de plataformas sociales y discutidas allí mismo. Casi del mismo modo que se habla de lo que meteremos a la parrilla el domingo.
También me provoca preocupación el creciente poder de las redes sociales que tienen injerencia sobre qué puede o no decirse. Están seguras de que la globalidad e inmediatez de la palabra en sus nichos no es reemplazable por otra herramienta.
En ese sentido, fue temeraria la decisión de suspender la cuenta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Por más que cuestionemos lo provocador e instigador de su mensaje, ninguna plataforma debería arrogarse la potesta de la regulación sobre lo que unos quieren decir y otros escuchar. Al fin de cuentas, lo que se postea no llega más que a los seguidores y a la prensa interesada.
El caso de esta suspensión indefinida produce la inevitable zozobra de sentir una completa indefensión. Si pueden dejar sin su cuenta en redes sociales al Presidente de la primera potencia mundial, y por otro lado sin margen de apelación alguna, ¿qué nos queda para los hijos de vecino?
Fernando García Acosta
fernandogarciaacosta@gmail.com
“Que los esenciales reciban salarios según esa función”
Protesta de médicos municipales en reclamos de mejoras salariales. Foto: Federico Lopez Claro.
En la Argentina los trabajadores esenciales se transformaron en un nombre simbólico y ya no se les aplaude.
Por otra parte algunos, como las enfermeras, no son considerados siquiera personal sanitario por las autoridades.
Ante este panorama, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), a través de su vocero, el doctor Arnaldo Rubin, ha advertido el riesgo de que dicho personal termine con lo que Byul Chul Han denominó burn- out. Esto significa llegar al colapso por la aceleración interminable de su trabajo y sin descanso entre la primera y la segunda ola de contagios.
Sería necesario que además de vacunarlos, el personal sanitario considerado esencial perciba honorarios de acuerdo a dicha característica. Que no sean considerados simplemente mano de obra barata.
Fernando Miranda
mirandafernando2@gmail.com
Advierte sobre los riesgos de la obesidad
La obesidad es considerada una epidemia. Más de la mitad de los argentinos subió de peso durante la pandemia. Foto: Shutterstock.
En Argentina seis de cada 10 personas poseen exceso de peso, con sobrepeso u obesidad. Es una situación sanitaria negativa en aumento que ya es una epidemia global, tanto para niños, como para adolescentes y adultos.
Se trata entonces de crecientes factores de riesgo evitables y modificables. Junto a la mala alimentación, el sedentarismo y el tabaquismo, el exceso de peso promueve el desarrollo y prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión, niveles de lípidos y colesterol elevados, alteraciones cardiovasculares y ciertos cánceres, entre otras. Además de influir en discapacidades, problemas motrices-psico-sociales, mal nutrición, mala calidad de vida y muerte prematura, entre otras consecuencias.
Es necesario entonces un abordaje preventivo que promueva la educación para la salud; entornos, mensajes y productos con información completa en sus rótulos frontales para adoptar decisiones de alimentación saludables. También se debe alentar la lactancia materna, la actividad física regular, el consumo de frutas y verduras y la ingesta de agua potable en cantidad óptima.
Por otro lado, se debe combatir el tabaquismo, tanto activo como pasivo, reducir la oferta de alimentos no saludables como los procesados ricos en grasa, de bajo valor nutritivo, con azúcar y sal agregada.
Desde la red de farmacias de barrio, por su distribución, facilidad de acceso, capacidad y cercanía, junto con el farmacéutico comunitario como profesional de la salud, se pueden construir y potenciar procesos sanitarios y asistenciales a nivel primario con resultados positivos en la salud comunitaria.
Damián Pablo Ballester
Farmacéutico (MN:14001)
dpballester@hotmail.com
Go to Source
Author: Clarin.com